27 marzo 2023

JUAN DEL ENCINA: AY, TRISTE, QUE VENGO

JUAN DEL ENCINA 

Juan de Fermoselle, más conocido como Juan del Encina o Juan del Enzina, nació en 1468 fue un poeta, músico y autor teatral del Prerrenacimiento español en la época de los Reyes Católicos.

Estudió Leyes en la Universidad de Salamanca, se trasladó a Italia, se ordenó sacerdote,  residiendo en Roma donde obtuvo la protección de los papas Alejandro VI, Julio II y León X.

A su regreso, en 1492, entró en el palacio de Alba de Tormes al servicio del segundo Duque de Alba en cuya corte se encargaría de organizar festejos y escribir comedias y música.

Juan del Encina es considerado el fundador del teatro español ya que fue el primer dramaturgo de su época que escribió para que sus obras fueran representadas.
Como músico, sus obras están recogidas en el Cancionero de Palacio, el Cancionero de Segovia y el Cancionero de la Colombina.

AY TRISTE QUE VENGO

— Ay, triste, que vengo 
vencido de amor 
maguera pastor. 
Más sano me fuera 
no ir al mercado 
que no que viniera 
tan aquerenciado: 
que vengo, cuitado, 
vencido de amor 
maguera pastor. 

Di jueves en villa 
viera una doñata, 
quise requerilla 
y aballó la pata. 
Aquella me mata, 
vencido de amor 
maguera pastor. 

Con vista halaguera 
miréla y miróme. 
Yo no sé quién era 
mas ella agradóme; 
y fuese y dexóme 
vencido de amor 
maguera pastor. 

De ver su presencia 
quedé cariñoso, 
quedé sin hemencia, 
quedé sin reposo, 
quedé muy cuidoso, 
vencido de amor 
maguera pastor. 

Ahotas que creo 
ser poca mi vida 
según que ya veo 
que voy de caída. 
Mi muerte es venida, 
vencido de amor 
maguera pastor. 

Sin dar yo tras ella 
no cuido ser bivo 
pues que por querella 
de mí soy esquivo. 
Y estoy muy cativo, 
vencido de amor 
maguera pastor.

Escucha aquí el villancico Ay, triste, que vengo interpretado por Jordi Savall / Hesperion XX en el disco Juan del Enzina: Romances & Villancicos.
Es un villancico a tres voces cuya partitura musical proviene de dos cancioneros: el Cancionero musical de Palacio y el Cancionero de Segovia
El texto es uno de sus poemas de amor cortés, que ya estaba recogido en su propio Cancionero de Juan del Enzina, primera edición de 1496.

Un concierto por Lorenzo Costa el Viejo (c. 1490) 

FUENTES UTILIZADAS
Para la realización de esta entrada se han utilizado, entre otras, las siguientes fuentes: Juan del Encina Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Jordi Savall / Hesperion XX Juan del Enzina: Romances & Villancicos. Ministerio de Cultura y Deporte: españaescultura.es. DBE Diccionario Biográfico español: Juan del Encina: Real Academia de la Historia. https://dbe.rah.es/biografias/6581/juan-del-encina.
Las imágenes o vídeos que la acompañan se utilizan solo con fines educativos y el © de las fotografías y el © de los vídeos pertenecen a sus autores.




21 marzo 2023

ALFONSO RODRÍGUEZ CASTELAO, DESDE LA VENTANA DE LA TORRE


Castelao por Beti Alonso

CASTELAO
Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao nació en 1880 en Rianxo, en Galicia.
Fue médico,aunque no ejerció. 
Él mismo nos lo explica:
Fíxenme médico por amor a meu pai; non exerzo a profesión por amor á humanidade.

Además fue también diputado, pintor, dibujante, humorista, periodista, cuentista, novelista y dramaturgo.
Murió en Buenos Aires, Argentina, en 1950.





ALGUNAS OBRAS DE CASTELAO
1929 Cousas un libro de relatos y dibujos.
1934 Os dous de sempre, una novela.

Aquí puedes leer, en gallego y en español,  uno de sus relatos recogido en Cousas titulado "Dende a fiestra da torre".


DENDE A FIESTRA DA TORRE
Dende a fiestra da torre a condesiña ten os seus ollos chorosos enfiados na derradeira revolta do camiño, por onde un día fuxeu a súa ledicia de namorada. Co verme dos ciumes rillándolle o corazón, a condesiña vai morrendo pouquiño a pouco na fiestra da torre.

E pasan días e meses e anos, esculcando no camiño a volta do seu amor. E nun serán de pensamentos velaíños, relembrando aquel bico que se deron a furto, a condesiña belida morreuse de amor.

Velaía como contan as xentes a morte da namorada.

Este sartego encerra dende hai centos de anos as cinzas da malfadada condesiña, e a lenda que se conta de vellos a mozos colleu pulo sentimental no moimento de pedra, hucha misteriosa para tódolos espíritos románticos.

Unha vez foi aberto polos “intelectuales” da vila e dentro atoparon ósos, retrincos de lenzo, po e… carabuñas de cereixas para encher as dúas cuncas.

Por certo que o médico, home de moitos anteollos e de moita caspa na chaqueta, díxolle ó boticario:

— A condesiña do que morreu foi dunha enchente de cereixas…

Hai homes que non saben calar.
Cousas, Castelao


DESDE LA VENTANA DE LA TORRE

Desde la ventana de la torre la condesita mira con ojos llorosos hacia la última vuelta del camino por donde un día huyó su alegría de enamorada. Con el gusano de los celos royéndole el corazón, la condesita se va muriendo, poco a poco, en la ventana de la torre.

Y pasan días, y meses, y años, esperando en el camino la vuelta de su amor. Y en un atardecer de pensamientos tristes, recordando aquel beso que se dieron furtivamente, la bella condesita se murió de amor. 

He aquí cómo cuentan las gentes la muerte de la enamorada.

Este sarcófago encierra desde hace cientos de años las cenizas de la desgraciada condesita, y la leyenda que pasa de viejos a jóvenes ha tomado impulso sentimental en el monumento de piedra, cofre misterioso para todos los espíritus románticos.

Una vez fue abierto por los “intelectuales” del pueblo y dentro encontraron huesos, pedazos de tela, polvo y… pepitas de cerezas como para llenar dos tazas.

Por cierto que el médico, hombre de gafas gruesas y de mucha caspa en la chaqueta, le dijo al boticario:

-La condesita de lo que murió fue de una indigestión de cerezas…

Hay hombres que no saben callarse.

Cousas, Castelao