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13 octubre 2021

JORGE LUIS BORGES. POEMAS: MACBETH, UN LIBRO

JORGE LUIS BORGES
Jorge Luis Borges dedicó a William Shakespeare ensayos, poemas y cuentos.
Aquí puedes leer dos de sus poemas, dedicados a la famosa tragedia de Shakespeare, Macbeth, c.1606.

EL ORO DE LOS TIGRES 
Macbeth: Un pequeño poema de cuatro versos, que se incluye en la sección Trece monedas del libro titulado El oro de los tigres, publicado en 1972.

MACBETH 

Nuestros actos prosiguen su camino,
que no conoce término.
Maté a mi rey para que Shakespeare
urdiera su tragedia.
Jorge Luis Borges
El oro de los tigres

HISTORIA DE LA NOCHE

Entre los poemas de  Borges, recogidos en su libro Historia de la noche, publicado en 1977, se encuentra el titulado Un libro que también parece estar dedicado a Macbeth. 

UN LIBRO 

Apenas una cosa entre las cosas
pero también un arma. Fue forjada
en Inglaterra, en 1604,
y la cargaron con un sueño. Encierra
sonido y furia y noche y escarlata.
Mi palma la sopesa. Quién diría
que contiene el infierno: las barbadas
brujas que son las parcas, los puñales
que ejecutan las leyes de la sombra,
el aire delicado del castillo
que te verá morir, la delicada
mano capaz de ensangrentar los mares,
la espada y el clamor de la batalla.
Ese tumulto silencioso duerme
en el ámbito de uno de los libros
del tranquilo anaquel. Duerme y espera.

Jorge Luis Borges
Historia de la noche

FUENTES UTILIZADAS
Para la realización de esta entrada se han utilizado, entre otras, las siguientes fuentes: University of Pittsburgh, Borges Center. Macbeth.


04 agosto 2021

ERNST LUBITSCH, TO BE OR NOT TO BE

ERNST LUBITSCH

Director de cine norteamericano de ascendencia judío alemana. Fue también actor, productor y escritor.
Empezó su carrera en el espectáculo en Alemania como actor en la  compañía de Max Reinhardt  en el Deutsche Theater.
Creó un personaje cómico de un judío para los cortometrajes que escribía y dirigía.
Mary Pickford lo contrató  para que la  dirigiera en Hollywood en Rosita, la cantante callejera.
Ya en Norteamérica, trabajó en producción en la Paramount Pictures, donde dio oportunidades a directores europeos de origen judío como Otto Preminger o Billy Wilder.
Trabajó tanto en el cine mudo como en el sonoro y destacó en los musicales y sobre todo en la comedia.
Se le considera el creador de la comedia sofisticada o refinada también llamada alta comedia que se caracteriza por sus diálogos ingeniosos y brillantes y ambientes sugerentes.
En sus 32 años de carrera, Lubitsch practicó todos los géneros y dominó el drama, la comedia y  el musical. 
Entre sus obras más destacadas están: El pecado de Cluny Brown, El diablo dijo no, Ninotchka, Ser o no ser, Lo que piensan las mujeres, Una mujer para dos, El abanico de Lady Windermer...

TO BE OR NOT TO BE

Se la considera una película de culto y una de las obras maestras de la comedia.
El guion, escrito por Lubitsch y Edwin Justus Mayer, adapta un relato de Menyhért Lengyel.
La película cuenta las peripecias de una compañía de teatro de Varsovia que se enfrenta a la Gestapo en la época de la invasión de Polonia por Adolf Hitler.
La película a pesar de ser considerada una obra maestra recibió  algunas críticas por utilizar en una comedia un tema tan delicado como el nazismo y el bombardeo de Varsovia.
Pese a las risas que provoca esta comedia en el espectador, la crítica al nazismo y sus crímenes está muy presente.
Los diálogos son elegantes y divertidos y solo en apariencia intranscendentes.
Las situaciones son muy cómicas pese a transcurrir en un ambiente de guerra en el cuartel de la Gestapo en Varsovia  y  a estar en peligro de muerte los protagonistas. 

Se aplican a esa situación trágica todas las técnicas de los enredos de la alta comedia y  todos los trucos de los vodeviles.
La obra trata un tema bélico, los bombardeos de Varsovia y el valor y la resistencia de los polacos a la invasión nazi. 
Pero además en el fondo de la trama está un leve triángulo amoroso entre un joven piloto de guerra enamorado de una bella actriz cuyo marido es un veterano e inseguro actor consagrado.
Está muy presente el llamado "Toque Lubitsch" en la delicada presentación del matrimonio de actores, en el supuesto adulterio de la protagonista y en la aparición de pequeños chistes que se van repitiendo como un estribillo a lo largo de la película.
Buen ejemplo de esto es la escena final cuando se abre un nuevo vértice en el inicial triángulo amoroso con la salida de otro joven oficial, esta vez de la Marina, del patio de butacas al iniciarse el monólogo de Hamlet.

LUBITSCH Y SHAKESPEARE
Ya desde el propio título de la película de Ernst Lubitsch, en el texto de Ser o no ser hay múltiples alusiones a las obras de William Shakespeare. 
En una referencia a Romeo y Julieta Josef Tura, el marido de la actriz que interpreta a Ofelia, llama Romeo al teniente Sobinski.
María Tura, su esposa, se acuerda de las palabras de Marco Antonio en Julio César cuando los actores se creen perdidos.
La cita de Julio César es del Acto III, Escena II: "Romanos y compatriotas..."
Hay referencias a Hamlet y a su representación y su soliloquio y al célebre monólogo del judío Shylock en El Mercader de Venecia.
El  texto de Shakespeare cobra vigencia y actualidad y se utiliza como un alegato contra el antisemitismo en el contexto de la Polonia ocupada por los nazis. 
He aquí un fragmento del monólogo de Shylock:
"Que siempre ha despreciado mi raza y mi linaje. Que se ha aliado siempre al lado de mis enemigos, y siempre se ha enfrentado a mis amigos. Y todo eso ¡por qué? ¡Porque soy judío! Y el judío ¿No tiene ojos? ¿No tiene manos, ni órganos, ni alma, ni sentidos, ni pasiones? ¿No se alimenta de los mismos manjares? ¿No recibe las mismas heridas? ¿No padece las mismas enfermedades, y se cura con iguales medicinas? ¿No tiene calor en verano; y frío en invierno, lo mismo que cualquier cristiano? ¿Si lo hieren, no sangra? ¿No se ríe si le hacen cosquillas? ¿No muere si le envenenan? Si le ofenden ¿no tratan de vengarse? Pues si en todo lo demás somos tan semejantes, ¿Por qué no hemos de parecernos también en eso?"
El Mercader de Venecia, Acto III, escena I
William Shakespeare


EL TOQUE LUBITSCH
Estudiado por muchos, el llamado "The Lubitsch Touch" es algo etéreo, evanescente y difícil de definir.
Consiste en la habilidad para confiar en la inteligencia de los espectadores y sugerir, con pequeños datos, cosas que de otra manera no podían ser puestas en escena.
Se ve claramente en To Be or Not to Be en la escena del monólogo de Hamlet donde el presunto adulterio de la protagonista se representa con ironía con una salida de un espectador del patio de butacas.
De esta manera Lubitsch evitaba la censura de una forma elegante y a la vez sus obras mostraban un erotismo delicado y sutil y un profundo compromiso moral y social.
Entre los temas favoritos de Lubitsch están las diferencias entre clases sociales, la crítica política y las relaciones amorosas que escapan de la normalidad: adulterios, triángulos amorosos, matrimonios en crisis…
Su influencia se puede rastrear en numerosos directores de cine, no en vano Billy Wilder tenía en su despaco un cartel con la siguiente pregunta: ¿Cómo lo haría Lubitsch?



FUENTES UTILIZADAS
Para la realización de esta entrada se han utilizado las siguientes fuentes: Visionado de Ser o no ser de Ernst Lubitsch. To Be or not To Be (1942) Frederic Chorda. El toque Lubitsch, Herman G. Weinberg, Editorial Lumen. (1973) Arte, Cine 556.


21 septiembre 2020

HAMLET EN EL CINE

 

HAMLET EN EL CINE
1900. Le duel a Hamlet, con la actriz Sarah Bernhardt.

1907. Hamlet. De 10 minutos de duración, rodada por Méliès y protagonizada por él mismo.

1913. Hamlet. Británica, muda, dirigida por Sir Johnston Forbes-Roberson, una verdadera joya del cine mudo que tiene el valor documental de ser una filmación de la escena británica de finales del siglo XIX.

1921. Hamlet, de Sven Gade y Heinz Schall. En cine mudo, con Asta Nielsen de protagonista. Es un «Hamlet» de más de dos horas, con títulos.


1948. Hamlet, de sir Laurence Olivier. Una de las mejores versiones de la obra, que se llevó cinco Óscars de Hollywood.

1962. Ophélia, de Claude Chabrol. Versión francesa de Hamlet realizada por uno de los directores de la «nouvelle vague».

1964. Hamlet (Gamlet), de Grigori Kozintsev, el mismo director ruso que hizo El rey Lear. Es probablemente la mejor adaptación de Hamlet y de Shakespeare de la historia del cine.

1964. Hamlet, de Bill Colleran y John Gielgud, con Richard Burton como protagonista. Es la filmación de una representación de Hamlet en Broadway.

1969. Hamlet, de Tony Richardson. Del Reino Unido, con Nicol Williamson y Anthony Hopkins como Claudius.

1980. Hamlet, Prince of Denmark, de Rodney Bennett, británica.

1983. Strange brew, de Rick Moranis y Dave Thomas, comedia protagonizada por sus directores, que contrataron también a Max von Sydow.

1987. Hamlet Hikemaailmassa, de Aki Kaurismaki, finlandés, inspirada en Hamlet, nos introduce en una fábrica de patos de goma.

1990. Hamlet, de Franco Zeffirelli, con Mel Gibson y Glenn Close.

1990. Rosencrantz and Guildenstern Are Dead, de Tom Stoppard, sobre dos personajes secundarios de Hamlet.

1994. El Rey León (The Lion King, Roger Allers), de Rob Minkoff, producida por Disney, dibujos animados, basada en Hamlet.

1994. La verdadera historia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca (Prince of Jutland), de Gabriel Axel, se basa en la historia de Amled, personaje que inspiró Hamlet.

1996. Hamlet, de Kenneth Branagh. Branagh realiza su particular versión de Hamlet, clásico por el que ha estado obsesionado desde los 15 años. Ambiciosa película de cuatro horas, con el texto íntegro de la tragedia. La trama de Hamlet se traslada al siglo XIX.


2000. Hamlet, de Michael Almereyda, es una adaptación ambientada en el mundo de la tecnología, protagonizada por Ethan Hawke.

04 julio 2016

MACBETH EN EL CINE



Además de los innumerables montajes teatrales de Macbeth, existen varias adaptaciones  cinematográficas y televisivas de la famosa tragedia escocesa de Shakespeare.
Tampoco podemos olvidarnos de sus versiones en otros géneros como la ópera, el teatro gráfico, la historieta, el cómic o el manga.
Esta entrada es una lista con una breve información sobre algunas de las adaptaciones para la gran pantalla de Macbeth.

MACBETH
J. STUART BLACKTON 
La película más antigua de Macbeth es la de 1908 dirigida por J. Stuart Blackton en Estados Unidos.

Es la primera adaptación conocida de esta obra de Shakespeare al cine y tiene una duración total de nueve minutos. 
El papel de Macbeth lo interpretó William Ranous y el de Lady Macbeth, Louise Carver.

MACBETH
JOHN EMERSON

1916 Macbeth, dirigida por John Emerson.
Esta película contó con la colaboración de grandes nombres del cine mudo: Erich von Stroheim como asistente de dirección, D. W. Griffith como productor y Victor Fleming como fotógrafo. 
Macbeth fue interpretado por Sir Herbert Beerbohm Tree y Lady Macbeth por Constance Collier.

MACBETH
ORSON WELLES 


1948 Macbeth, dirigida por Orson Welles. Se aprovecharon uns decorados ya existentes y se grabó utilizando el acento escocés.
Orson Welles la rodó en un tiempo récord, improvisó los vestuarios y aunque fue un gran fracaso en su tiempo de crítica, público y económico, es una gran película.

CAUTIVO DEL TERROR 
KEN HUGHES

1955 Joe Macbeth, dirigida por Ken Hughes, es una adaptación de la obra Macbeth  ambientada en el mundo del hampa norteamericana de los años treinta.
Un gángster es empujado por su ambiciosa esposa a matar y engañar para obtener riqueza y poder.

TRONO DE SANGRE
AKIRA KUROSAWA



1957 Trono de sangre, dirigida por Akira Kurosawa. 

Es una recreación de la tragedia shakesperiana, que transcurre en el Japón medieval.

LADY MACBETH EN SIBERIA

ANDRZEJ WAJDA


Titulada en el original Sibirska Ledi Magbet y dirigida por Andrzej Wajda en 1962. 
Wajda rueda en Yugoslavia esta película sobre las deportaciones a Siberia en la época de los zares.

THE TRAGEDY OF MACBETH
ROMAN POLANSKI

1971 La tragedia de Lady Macbeth, dirigida por Roman Polanski. 
Es una versión muy personal del clásico shakesperiano, en la que el director descarga sus obsesiones tras la muerte de su esposa, otorgando a la película una fuerte carga de violencia y oscuridad.

SANGRADOR
LEONARDO HENRÍQUEZ


1999 Sangrador, película venezolana dirigida por Leonardo Henríquez.

Sangrador, está interpretada por Daniel Alvarado, Karina Gómez y Francisco Alfaro.

MAQBOOL

VISHAL BHARDWAJ 
Rodada en el 2003, Maqbool es una película india de Vishal Bhardwaj, que traslada la trama de Macbeth a este país asiático. Las brujas son sustituidas por policías corruptos.


MACBETH
GEOFFREY WRIGHT 

2006 Macbeth, versión australiana dirigida por Geoffrey Wright en 2006.

Adaptación moderna del Macbeth de Shakespeare ambientada en el mundo de las bandas de Melbourne. 
Tras un enfrentamiento con una banda rival, tres extrañas y misteriosas mujeres convencen a Macbeth, fiel secuaz del jefe mafioso Duncan, de que un día será muy poderoso. 
Su ambición se despierta, avivada por su bella mujer que es drogadicta y sufre una depresión por la muerte de su bebé. Lady Macbeth trama un plan para matar a Duncan y dejar a Macbeth al frente de la banda. 
Macbeth es reacio al plan, pero su obsesión por Lady Macbeth le llevará a ejecutar el plan, que traerá más atrocidades y venganzas.

MACBETH
MICHAEL FASSBENDER


Macbeth es una película de producción británica, estrenada en 2015, protagonizada por Michael Fassbender y Marion Cotillard.
ADAPTACIONES DE MACBETH PARA LA TELEVISIÓN

UNA REPRESENTACIÓN DE MACBETH
PHILIP CASSON
1979 A Performance of Macbeth, dirigida para la televisión por Philip Casson.

SHAKESPEARE-TOLD

2005,   ShakespeaRe-Told: Macbeth, BBC TV serie con James McAvoy como Joe Macbeth.


06 mayo 2016

BENITO PÉREZ GALDÓS, LA CASA DE SHAKESPEARE



BENITO PÉREZ GALDÓS Y WILLIAM SHAKESPEARE
La BNE colabora con el British Council en la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Shakespeare con Los amores a Shakespeare. (Sus primeras traducciones en España), una breve exposición de trece de sus primeras traducciones en España: manuscritos e impresos de autores como Ramón de la Cruz, Fernández de Moratín o José María Blanco-White, junto con las primeras ediciones impresas durante el siglo pasado en catalán, vasco o gallego.


MOLINA FOIX SOBRE GALDÓS Y SHAKESPEARE

Glosa la escogida selección de traducciones un texto de Vicente Molina Foix sobre estas “formas de amar al bardo, con la palabra propia” es decir, “la mayor devoción que un escritor le puede prestar a otro: traducirlo”.

En él, revela una anécdota sobre otro gran escritor ferviente enamorado de Shakespeare, Benito Pérez Galdós, a raíz de una visita a la casa natal del poeta en Stratford-on-Avon: 

“Con ardor juvenil -casi, diríamos, como un fan- Galdós, que estaba ya próximo a cumplir los cincuenta, recorre el museo y la casa natal […] siente en ese lugar una cerrada intimidad con Shakespeare, sin dejar por ello de consignar, en su memoria escrita de aquel viaje, que la peregrinación a la casa de Stratford aumenta de día en día, y el número de visitas, solo en el año anterior a la suya, había sido de diecisiete mil.



Lo que se ha venido en llamar ‘bardolatría’ afecta, como sabemos, al común -cada día más amplio- de los seres humanos, y entre ellos a una gran cantidad de escritores; el formidable autor de los 'Episodios nacionales' es uno de los más encandilados, hasta el punto de rozar el delirio cuando lamenta con acritud que, en los voluminosos libros de firmas que parece haber hojeado detenidamente en Stratford, faltan sus compatriotas: "Creo que soy de los pocos, si no el único español, que ha visitado aquella Jerusalén literaria, y no ocultaré que me siento orgulloso de haber rendido este homenaje al altísimo poeta cuyas creaciones pertenecen al mundo entero y al patrimonio artístico de la humanidad."


Don Benito tiene toda la razón en el exaltado elogio, y no se puede negar que, en un tiempo muy anterior al turismo generalizado, su recorrido en pos de los vestigios shakesperianos resulta excepcional. Ahora bien, como demuestra esta exposición de fondos de la Biblioteca Nacional, la figura y la obra del genio despertaron entre nosotros, más de cien años antes del fervor galdosiano, la mayor devoción que un escritor le puede prestar a otro: traducirlo”. 
Vicente Molina Foix


La habitación en la que nació Shakespeare por Henry Wallis 1873


LA CASA DE SHAKESPEARE 

(Fragmento)

"Pero lo más interesante de Stratford es la iglesia, Holy Trinity Church, sepultura del poeta y de su mujer. Honor insigne para un país es guardar los restos de sus hombres eminentes. Nuestra incuria nos impide vanagloriarnos de esto, y aunque sabemos que los huesos de Cervantes yacen en las Trinitarias, y en Santiago los de Velázquez, no podemos separarlos de los demás vestigios humanos que contiene la fosa común. Téngase en cuenta que Shakespeare disfrutó en vida de fama resplandeciente; que sus contemporáneos le estimaron en lo que valía; que poseyó cuantiosos bienes de fortuna, y que su familia pudo y supo cuidar de la conservación de sus cenizas venerables. 



La iglesia parroquial de Stratford es bellísima, ojival, del tipo normando en su mayor parte, pequeña si se la compara con las catedrales españolas y aun con las inglesas, grande en proporción de los templos parroquiales de todos los países. Antes del cisma fue colegiata, con un coro de quince canónigos. Consta de una gran nave con crucero, y otras dos colaterales pequeñas, y sobre el crucero se alza la torre del siglo XVI, construcción aérea y elegantísima. El interior no ofrece la desnudez fría de los templos protestantes. Parece una iglesia católica, sobre todo en el presbiterio, lo más hermoso de este ilustre monumento. Las rasgadas ventanas del estilo inglés perpendicular, los pintados vidrios que las decoran, el altar con gallardas esculturas, la sillería de tallado nogal, los púlpitos, los sepulcros, ofrecen un conjunto de extraordinaria belleza y poesía. Al penetrar en el santuario, todas las miradas buscan el monumento del altísimo poeta en la pared norte del presbiterio, en el lado del Evangelio. Es propiamente un retablo, y quien no supiera qué imagen es aquella, la tomaría por efigie de un santo allí colocado para que le adoraran los fieles. 







Consta de un sencillo cuerpo arquitectónico, grecorromano: dos columnas sostienen un cornisamento con guardapolvo, que ostenta en el copete las armas de Shakespeare; en el centro el busto, imagen de medio cuerpo y de tamaño natural. A primera vista se tomaría el monumento por una ventana, en la cual estuviera asomada la figura, viéndosela de la cintura arriba. Los brazos caen con naturalidad sobre un cojín. La mano derecha tiene una pluma, y la izquierda se apoya abierta sobre un papel. El color aplicado a la tallada piedra da a la escultura una viva impresión del natural. La cara es grave, la mirada algo atónita, la expresión noble, la frente majestuosa, el traje sencillo y elegante, ropilla de paño negro y valona sin pliegues. 




Imposible apartar los ojos de aquella imagen, en que por un efecto de fascinación, propio del lugar, creemos ver vivo al dramático insigne, y con la palabra en los labios. En el plinto se lee la siguiente inscripción, que por tratarse de quien se trata no resulta todo lo enfática que en otro lugar parecería: 

Judicio Pylium, genio Socratem, arte Maronem, 

Terra tegit, Populus mœret, Olympus habet. 

Está bien claro el texto latino, y no necesita traducción. Sólo debe indicarse que Pylium es Numa Pompilio, y que la palabra Socratem se considera equivocación del grabador, a quien sin duda mandaron poner Sophoclem. 







Debajo de la inscripción latina hay seis versos ingleses, que literalmente traducidos dicen: 
Detente, pasajero, ¿por qué vas tan aprisa? 
Lee, si puedes, quién es aquel colocado por la envidiosa muerte 
dentro de este monumento: Shakespeare, con quien 
la vívida Naturaleza murió; cuyo nombre adorna esta tumba, 
mucho más el mármol, pues cuando él escribió 
supo convertir el arte en mero paje; servidor de su ingenio. 
Obiit anno 1616 
Ætatis 53; die 23 Ap. 
Al pie del monumento está la lápida que cubre los restos del más grande hijo de Inglaterra. La inscripción, compuesta por él mismo, según creencia tradicional, es de un vigor que claramente acusa la soberana mente del poeta.

La traducción más aceptable que de ella puede hacerse, expresando el pensamiento de modo que la fidelidad perjudique lo menos posible a la energía, es esta: 
Buen amigo, por Jesús abstente 
de remover el polvo aquí encerrado. 
Bendito sea quien respete estas piedras, 
maldito quien toque mis huesos. 

Cerca del sepulcro de Guillermo está el de su mujer, Ana Hathaway, que le sobrevivió siete años, a pesar de ser más vieja que él. (Dieciocho años y medio tenía el poeta cuando se casó, y su mujer veinticinco). También yace allí Susana, la hija mayor. (Además de Susana, nacieron de aquel matrimonio dos gemelos, llamados Hamlet y Judit).



El monumento que he descrito y la piedra sepulcral que cubre los huesos del autor de Otelo absorben por completo la atención en el presbiterio de Trinity Church. Las hermosas vidrieras, el altar y las graciosas líneas de aquella arquitectura, quedan ante el espíritu del visitante en lugar secundario. Luego se advierte que hay en todo perfectísima armonía; que el gallardo templo es digno de encerrar la memoria y los restos mortales del primer dramático del mundo, y que en aquel noble recinto parece dormir su genio con un reposo que no es el de la muerte. Toda persona espiritual ha de sentir en semejante sitio emociones profundísimas, imaginando que conoce a Shakespeare y ha de connaturalizarse con él más íntimamente que leyendo sus obras.



Resulta una impresión mística, una comunicación espiritual como las que en el orden religioso produce la exaltación devota frente a los misterios sagrados o las reliquias veneradas. El entusiasmo literario y la fanática admiración que las obras de un superior ingenio despiertan en nosotros llegan a tomar en tal sitio y ante aquella tumba el carácter de fervor religioso que aviva nuestra imaginación, sutiliza y trastorna nuestros sentidos, nos lleva a compenetrarnos con el espíritu del ser allí representado, y a sentirle dentro de nosotros mismos, cual si lo absorbiéramos por misteriosa comunión."
Benito Pérez Galdós






EXPOSICIÓN  EN EL MUSEO DF LA BNE:

Los amores a Shakespeare. (Sus primeras traducciones en España)


Desde el 14 de abril hasta el 4 de septiembre de 2016
De martes a sábado de 10 a 20 h.
Domingos y festivos de 10 a 14 h.
Último pase media hora antes del cierre.


Del 18 de abril al 16 de mayo abierto también los lunes

* El 16 de mayo el horario de apertura del museo será de 10 a 14 horas por ser festivo.

Museo de la Biblioteca Nacional de España. Sala mínima
Folleto de la Exposición



La información para esta entrada está tomada de la página de la BNE.

20 abril 2016

LA MALDICIÓN DE MACBETH



LA MALDICIÓN DE MACBETH

Según una antigua superstición teatral llamada "la maldición escocesa", decir el nombre Macbeth dentro de un teatro puede causar un desastre. 

Por esta razón, Macbeth, la tragedia de Shakespeare, ha sido desde hace mucho tiempo considerada una obra maldita.

En el teatro se supone que no se la debe mencionar nunca por su título, salvo si es necesario para un ensayo o una representación. 



Además citarla o nombrar a sus dos personajes protagonistas se considera desastroso. 
Tampoco se debe utilizar  nunca su vestuario, escenografía o atrezo, fuera de la representación en escena.




Las gentes de la escena evitan decir la palabra Macbeth en el teatro, y se refieren a ella como "la obra escocesa" o "la obra del Bardo". 

Estos eufemismos se refieren a que Escocia es el lugar donde transcurre Macbeth y al apodo más frecuente de Shakespeare, conocido popularmente como el Bardo de Avon.

También se usa, "Esa obra", "La innombrable", "El negocio escocés", "La comedia de Glamis", Mackers o MacB como perífrasis o abreviaturas para evitar decir el nombre maldito.
Debido a esta superstición, el personaje protagonista es frecuentemente mencionado como "el Rey escocés" o "el Lord escocés".
Lady Macbeth su esposa por la misma razón es llamada "la dama escocesa". 


En el caso de que alguien pronuncie la palabra prohibida, existe incluso un ritual específico, para limpiar la maldición: salir del teatro, escupir en el suelo, girar sobre sí mismo tres veces y pedir a gritos poder volver a entrar en la sala y decir entonces una cita afortunada de otra obra de Shakespeare como la que dice: "¡Que hermosos pensamientos y horas alegres os acompañen!" de El mercader de Venecia.

Tampoco está claro el origen de la maldición.
Hay quien culpa a Shakespeare, por incluir auténticos conjuros de magia negra y verdaderas maldiciones en el texto. 
Otros dicen que a las brujas reales de la época de William Shakespeare no les gustó el trato recibido en la obra y la maldijeron.


Y los más prácticos esgrimen otro argumento: hay tanta violencia, luchas y armas en ella que no es difícil que surjan accidentes. 
La obra incluye tantas peleas en el escenario con armas peligrosas que, por mucho que sean de atrezo, hacen fácil que en el calor de la representación, se produzcan accidentes y heridas.

Kenneth Branagh es una del las últimas víctimas de la maldición de Macbeth. El actor británico hirió a un miembro del reparto con una espada durante la representación de "La tragedia escocesa" en Manchester en el 2013.
Jason Klarwein como Macbeth en la producción QTC de Michael Attenborough. 

Foto de Rob Maccoll 


La obra arrastra una larga serie de percances que empezaron en el mismo estreno de la obra, en 1606, cuando, según la creencia popular, el actor que interpretaba a Lady Macbeth enfermó repentinamente y murió entre cajas. 
Respecto al hecho de que fuera un actor en un papel femenino, hay que recordar que en el teatro isabelino no se permitía actuar a las mujeres.

El rey Jaime I de Inglaterra la prohibió durante cinco años debido a los conjuros que incluye y  es conocida por sus frecuentes accidentes en el escenario, Macbeth incluso causó alguna revuelta.
En 1848,  en Nueva York se produjo una lucha en el Astor Opera House entre los seguidores de dos actores de producciones rivales de la obra escocesa en la que murieron veintidós personas y hubo más de cien heridos.




En 1947, el actor Harold Norman que decía no creer en la superstición, resultó herido y murió representando una lucha en Macbeth. Ahora se dice que su fantasma aparece los jueves en el Coliseum Theatre en Oldham, donde se representó la fatal escena.

En una producción de 1942, con John Gielgud como Macbeth, tres actores, dos de las brujas y Duncan, murieron y el diseñador de escena se suicidó. 

Hay numerosas historias de actores que cayeron del escenario representando la obra.

In 1948, la actriz Diana Wynyard, representando a Lady Macbeth, declaró abiertamente que no creía en la maldición. 

Al día siguiente, decidió hacer la escena sonámbula con los ojos cerrados para ser más convincente. 
Como resultado de ello cayó al foso de la orquesta desde una altura de cuatro metros y medio. 
No obstante la actriz subió de nuevo al escenario y siguió con la representación. 


Los percances de Macbeth a lo largo de la historia han implicado a actores tan famosos como Laurence Olivier  que se libró por poco de ser aplastado por un peso del escenario que cayó o Charlton Heston que resultó con quemaduras.

Tampoco se salvan de la maldición escocesa las versiones de Macbeth para la gran pantalla.

Orson Welles  filmó la obra en  1946, y exigió que el elenco la representase con acento escocés ya que es, al fin y al cabo, una obra escocesa. 

Desgraciadamente cuando se acabó la película, se vio que los esfuerzos de los actores habían hecho los diálogos enteramente incomprensibles para la audiencia. Así que todo el sonido tuvo que ser grabado de nuevo. 





Aunque algunos directores como el japonés Akira Kurosawa parecen no haber tenido miedo de la famosa maldición ya que  las escenas de armas de Trono de sangre, su versión de Macbeth, se rodaron con armas de verdad, incluyendo las flechas que caen sobre Toshiro Mifune, la tensión  del actor en todo el filme, no es sólo producto de la actuación, también es una emoción real. 

En 1971, Roman Polanski  hizo una versión de Macbeth para el cine y en el primer día de filmación un operador de cámara sufrió un grave accidente. 


El Macbeth de 2015 dirigida por Justin Kurzel y protagonizado por Michael Fassbender tampoco se libró de problemas.






Las anécdotas en el teatro se suceden y mientras que en otras obras son olvidadas, cada nuevo caso en Macbeth es anotado como uno más de la lista de desgracias que la obra escocesa desencadena.
Por otro lado, volviendo al teatro hay que recordar que Macbeth es además la tragedia más corta de Shakespeare y de alguna manera resulta bastante barata de representar. 


Una teoría sugiere que cuando en una compañía las finanzas van mal, es frecuente hacer un montaje de Macbeth ya que la obra tiene fama de que llena los teatros.

Y claro, siempre que se recortan gastos, la seguridad se ve comprometida y los accidentes aumentan. 
Y si finalmente, la compañía fracasa de todas maneras, obviamente es por culpa de la maldición...


Si quieres saber más sobre la maldición de Macbeth, consulta la obra de Richard Huggett, Supernatural on Stage: Ghosts and Superstitions in the Theatre (NY, Taplinger, 1975).