En la comedia latina existió un personaje muy apreciado, el del criado gracioso, astuto, engañador y servicial, que conduce la intriga y ayuda al amo joven en sus amoríos y le saca al padre tacaño el dinero que el hijo necesita para financiarlos.
La influencia de este criado palutino aparece a lo largo de la literatura en diversas obras y autores.
Uno de los criados más conocidos de la literatura medieval aparece en una obra narrativa del siglo XIV del infante don Juan Manuel llamada el Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio.
La Celestina de Fernando de Rojas
En la transición de la Edad Media al Renacimiento, en la obra de Fernando de Rojas, La Celestina, en donde Sempronio, el criado del joven y enamorado Calisto, se burla del apasionado amor de su señor y, actuando de mediador, le aconseja que acepte los servicios de la alcahueta que da título a la obra.
Lope de Rueda en sus Pasos presenta a diversos criados.
Entre ellos saca a escena el personaje del criado listo, una figura de mente ágil, con habilidad para fraguar engaños y disculpas y con gran dominio de la elocuencia.
Este criado se opone en el tablado al personaje del llamado criado bobo o simple.
Cervantes crea el personaje de Sancho Panza, criado de don Quijote, que sirve de contrapunto sensato y realista a las locuras y ensoñaciones de su señor.
Sancho Panza representado por el actor Alfredo Landa
En el teatro del Barroco español, el personaje del gracioso o figura del donaire es claro heredero de los criados de Plauto.
El gracioso es un criado ingenioso y cómico que, con gran habilidad, saca frecuentemente de apuros al noble al que sirve.
Es como el esclavo de las comedias de Plauto, pero no es un pícaro, porque sus fines no son egoístas, sino que busca ayudar a los intereses de su señor.
El gracioso es el tipo más característico de la comedia española cuyos máximos representante son Lope de Vega y Calderón de la Barca.
Suele ser el criado del galán, pero también su consejero y amigo y su contrapunto en el carácter.
Es ingenioso, cobarde, ama el dinero, los placeres y la comida.
Suele emparejarse con la criada de la dama.
Sus intervenciones cómicas rompen la tensión y el dramatismo.
Los personajes de Scapin, en Las trapisondas de Scapin, de Molière, y Ciutti, en Don Juan Tenorio, de Zorrilla, están en la misma línea de sus predecesores plautinos.
Las apariciones de criados que ayudan a su amo con ingenio e inteligencia, son constantes en el arte y la literatura universal.
Daniel Defoe en su novela Robinson Crusoe crea el personaje de Viernes, criado/esclavo de Robinson.
Tolstoi trata el tema de la peculiar relación que se establece entre amo y criado en su novela La muerte de Iván Illich.
Ivan Illich y Gerasim viven unidos la experiencia de la inminencia de la muerte.
Esta relación emocional llega a ser tan íntima que para Iván la presencia de Gerasim y el contacto físico con este criado son de los pocos consuelos que logra en su agonía.
Entre los criados literarios no podemos olvidar al famoso Passepartout, criado y ayudante de Phileas Fogg, en La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne.
En el cine y en el cómic la relación amo criado aparece en numerosas obras.
Citaremos a Alfred Pennyworth, el mayordomo de Bruce Wayne, personaje de ficción de la DC Comics, que aparece frecuentemente en la serie Batman y en las películas.
Como criado es indispensable para Batman, no sólo porque mantiene tanto la mansión como la batcueva en pleno funcionamiento, sino también como sabio consejero.
En el cine no hay que olvidar El sirviente de Joseph Losey que trata una relación envolvente, morbosa y claustrofóbica que se establece entre un amo y un criado en la Inglaterra del siglo XX.
El amo cree haber encontrado a su sirviente perfecto en su mayordomo que se ocupa hasta en los más nimios detalles de la casa.
El amo es un ser débil y apocado, el criado es un auténtico manipulador que, poco a poco, irá convirtiéndose en el verdadero dueño y señor de la casa, consiguiendo invadir los espacios más íntimos de la existencia de su amo.
La relación amo/criado ha sido ampliamente tratada en la literatura y en el cine desde puntos de vista muy variados, algunos ya muy alejados del personaje tipo que crea Plauto aunque en el fondo conserven alguno de los rasgos del criado plautino.