03 julio 2023

JOHN BERGER: POR QUÉ MIRAMOS A LOS ANIMALES

JOHN BERGER
John Berger es un poeta, novelista, dramaturgo, ensayista y crítico de arte nacido en Londres en 1926.
Participó tambien el películas, colaboraciones fotográficas y performances de todo tipo.
Berger se formó como pintor en la Central School of Art and Design de Londres pero pronto se interesó por la escritura como su principal medio de expresión. 
John Berger es mundialmente famoso por su serie de  televisión de 1972 para la BBC Ways of Seeing.
La serie titulada en español Modos de ver consta de cuatro episodios presentados y desarrollados por el propio  Berger y dirigidos poa Mark Dibb.
La serie televisiva se acompañó con la publicación de un libro de ensayos del mismo nombre. 
Este ensayo, Modos de ver, revolucionó nuestra manera de ver el arte, la sociedad y la naturaleza, animándonos a mirar el mundo como si se tratara de la primera vez.
La primera edición costó 60 peniques "Queríamos que fuera el libro de arte más barato jamás creado", dice Dibb. "Intentamos hacer todo lo que un libro de arte no hacía".
En cuanto a la serie de televisión Modos de ver , los episodios tienen los siguientes temas:
Episodio 1: Aspectos psicológicos. Este episodio funciona como una introducción al estudio de las imágenes. 
Episodio 2: La mujer en el arte. Nos da una visión del desnudo femenino como objeto pasivo de la mirada masculina y enlaza con la segunda ola del feminisno.
Episodio 3: Coleccionistas y coleccionismo. Sobre el dinero, los poderosos y el arte.
Episodio 4: Arte comercial. Está dedicado a la publicidad y los anuncios.
Aquí puedes ver el primer capítulo de la serie:


A continuación puedes leer un fragmento del ensayo de John Berger Por qué miramos a los animales.

POR QUÉ MIRAMOS A LOS ANIMALES

"Los zoológicos, los juguetes realistas de temática animal, la extensa difusión comercial de la imaginería animal, todo ello comenzó cuando los animales empezaron a ser retirados de la vida cotidiana. Podríamos suponer que estas innovaciones eran compensatorias. Sin embargo, pertenecían a esa misma tendencia implacable a dispersar a los animales. Los zoológicos, teatralmente decorados para su exhibición, eran en realidad demostraciones de su absoluta marginación. Los juguetes realistas hicieron que aumentara la demanda de la nueva marioneta animal: el animal doméstico urbano. La reproducción de los animales en imágenes, dado que su reproducción biológica disminuye sin cesar, se vio competitivamente forzada a plasmar animales cada vez más exóticos y remotos.

Los animales desaparecen de todas partes. En los zoológicos constituyen un monumento vivo a su propia desaparición. Y por ello provocan la última metáfora animal. El mono desnudo y The Human Zoo son títulos de best-sellers mundiales. En estos libros, el zoólogo Desmond Morris propone que el comportamiento artificial de los animales en cautividad puede ayudarnos a comprender, aceptar y vencer el estrés que supone vivir en las sociedades de consumo.
Todos los lugares que entrañan una marginación forzada —los guetos, los suburbios, las prisiones, los manicomios, los campos de concentración— tienen algo en común con los zoológicos. Pero es demasiado fácil, demasiado evasivo utilizar el zoológico como símbolo. El zoológico es una demostración de las relaciones entre el hombre y los animales, y nada más. A esta marginación de los animales le sigue hoy la marginación, la eliminación, de la única clase que a lo largo de la historia permaneció en contacto con los animales y perpetuó la sabiduría que acompaña a ese contacto: el pequeño campesino. La base de esta sabiduría es la aceptación del dualismo existente en el origen mismo de la relación entre el hombre y el animal. El rechazo de este dualismo probablemente constituye un factor importante en la aparición del totalitarismo moderno. Pero no quiero traspasar los límites de aquel interrogante aprofesional e implícito que plantea el zoológico a la mayoría de sus visitantes.
El zoológico sólo puede desilusionar. El fin público de los zoológicos es ofrecer a los visitantes la oportunidad de mirar a los animales. No obstante, la mirada del intruso no encontrará la de animal alguno en todo el zoológico. Como máximo, los ojos del animal vacilan y luego pasan de largo. Miran de lado. Miran sin ver más allá de los barrotes. Escudriñan mecánicamente. Están inmunizados contra el encuentro porque ya nada puede ocupar un lugar central en su interés.

Aquí reside la consecuencia última de su marginación. Aquella mirada entre el hombre y el animal, que probablemente desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la sociedad humana y con la que, en cualquier caso, habían vivido todos los hombres hasta hace menos de un siglo, esa mirada se ha extinguido. El visitante que acude al zoológico sin compañía está completamente solo cuando mira a todos y cada uno de los animales. En cuanto a las masas, pertenecen a una especie que ha acabado por quedar aislada.

La cultura del capitalismo no puede reparar hoy esa pérdida histórica a la que los zoológicos erigen un monumento."

John Berger
Regent's Park London Zoo, Penguin Pool por Berthold Lubetkin 1934


FUENTES UTILIZADAS
Para la realización de esta entrada se han utilizado, entre otras, las siguientes fuentes: John Berger. Por qué miramos a los animales. Editorial Alfaguara. Narrativa Internacional. ES. 2023.  The Guardian. Olivia Laing Ways of Seeing at 50: how John Berger’s radical TV series changed our view of art. 2022. The Boker Prizes. Library Authors: John Berger. https://thebookerprizes.com. John Berger. Ways of Seeing. Documentary. BBC Two. Television Serie. 1972. 
Las imágenes o vídeos que la acompañan se utilizan solo con fines educativos y el © de las fotografías y el © de los vídeos pertenecen a sus autores.

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