24 enero 2016

MAURÍCIO MEIRELES, ENCONTRADA EN SUDÁFRICA UNA CAJA CON TEXTOS INÉDITOS DE FERNANDO PESSOA


ENCONTRADA EN SUDÁFRICA UNA CAJA CON TEXTOS INÉDITOS DE FERNANDO PESSOA

A Fernando Pessoa de niño le gustaban las travesuras. Se ponía disfraces espeluznantes para asustar a los empleados y,  ya desde entonces un fingidor, reclutaba a los hermanos para representar pequeñas piezas teatrales en el hogar. 

Pero sentía un miedo terrible a los truenos. Así que se escondía en lugares oscuros cubriendo la cabeza para no escuchar el ruido.


El relato de la infancia del poeta está en una carta inédita de Teca, su media hermana, enviado en los años 70 al investigador británico Hubert Jennings, uno de los primeros biógrafos del poeta.



El descubrimiento fue realizado en julio, cuando los hijos de Jennings estaban buscando un lugar para el legado de su padre, fallecido hace 23 años, y fue tratado con discreción hasta el momento. 

El conjunto de documentos sobre Pessoa fue transferido a la Universidad de Brown en los EE.UU. que cuenta con un importante centro de investigación sobre la literatura portuguesa.
El legado se compone de un conjunto de 2000 documentos encontrados por un grupo de investigadores después de pasar décadas en un garaje en Sudáfrica, donde el poeta vivió de niño.



Es demasiado pronto para decir exactamente todo lo que hay en el legado, pero un primer vistazo acaba de aparecer en Pessoa Plural la revista de estudios pessoanos publicada por Brown. 

Hay transcripciones de documentos del legado de Pessoa que Jennings visitó en la década de los 50, mucho antes de que dicho legado fuera trasladado a la BNP (Biblioteca Nacional de Portugal).



Como la caligrafía del poeta es difícil de entender -a veces, no se puede saber en qué lenguaje fueron escritos los textos- el trabajo de Jennings sirve de gran ayuda.

El estudioso inglés incluso hizo un inventario del legado de Pessoa, que debe ser confrontado con el de la institución portuguesa, con el fin de saber qué documentos se pueden haber perdido.


CARTAS PERDIDAS

La esperanza de que haya materiales inéditos tiene un motivo: se encontró la transcripción de una carta del 28 de febrero de 1934 de Pessoa a su medio hermano Juan. 
El documento no está en la BNP y, por lo que sabemos, tampoco entre los papeles que la familia del poeta tiene todavía consigo en Portugal.
También  se encontró  en la caja el libro inédito The Poet of Many FacesEl poeta de muchas caras, una compilación, reunida por Jennings, de poemas en inglés escritos por Pessoa. El investigador estaría entonces uno de los primeros en publicar la  poesía inglesa de Pessoa.
Como un homenaje a la labor de Jennings, el investigador argentino Patricio Ferrari, especialista en la obra inglesa y francesa  del portugués, publica en la revista Pessoa Plural 25 poemas inéditos del autor -dos de los cuales ya habían sido transcrito por Jennings. El material ya está disponible en la versión online de la revista.



"La vida y la obra de Pessoa son un rompecabezas. Sabemos que hay miles de documentos que no han sido publicados. La colección de Jennings ayuda para armar este rompecabezas", dice el brasileño Carlos Pittella-Leite, miembro investigador de la Universidad de Lisboa, que fue el primero, junto con Patricio Ferrari, en consultar la documentación.

Pitella-Leite, editor invitado de la revista Pessoa Plural, que ayudó en la transferencia del legado para  Brown, calcula que aún tiene que pasar un año para que la institución haga todo el inventario de los documentos. Sólo entonces se tendrá una idea más exacta de todo el material inédito en el legado de Jennings.



Incluso si la caja  no tuviese a documentos desconocidos de Fernando Pessoa, el descubrimiento aún así sería valioso por mostrar la investigación de Jennings sobre el autor portugués y las impresiones del británico sobre Portugal.



Un diario del intelectual, por ejemplo, cuenta la vida cotidiana en Portugal en 1968, año en el que cayó el dictador Antonio Salazar. El documento ayuda a reconstruir la rutina portuguesa en los meses anteriores la caída del dictador.
El descubrimiento de los documentos también permitió determinar la autoría de un documento sobre los heterónimos pessoanos en poder de Manuela Nogueira, del sobrina del poeta lusitano. Una carta de Michael, otro medio hermano de Pessoa, en la que le da consejos a Jennings sobre un libro, sugiere que el propio investigador es el autor del ensayo. 
El británico es otro caso notorio de extranjero que ha desarrollado una profunda relación con la obra de Fernando Pessoa, al lado del mexicano Octavio Paz y del italiano Antonio Tabucchi.
Jennings que, como Camões, perdió un ojo en el campo de batalla, luchando en la Primera Guerra Mundial, descubrió el poeta, a los 70 años, al escribir la historia de Durban High School, la escuela en Sudáfrica, donde estudió Pessoa en la infancia, entre 1899 y 1904. 
Jennings posteriormente se trasladó a Portugal para estudiar la obra del autor portugués. 

LA CAJA DE SUDÁFRICA

La caja con los documentos estaba en el garaje de su sobrina en Sudáfrica. Los papeles se encontraron cuando ella se mudó de Johannesburgo a Ciudad del Cabo. Como los hijos de Jennings querían escribir la historia de la familia, los enviaron al escritor estadounidense Matthew Hart en Nueva York.

Hart trató con la Universidad de Brown para entender la importancia de los documentos. La institución, a su vez, consultó con el colombiano Jerónimo Pizarro,  una de las principales autoridades en la obra de Pessoa. Pizarro pidió a Carlos Pittella-Leche y a Patricio Ferrari  que viajaran a Nueva York para revisar y avalar los documentos.

"Estos documentos estuvieron fuera de la circulación durante 23 años. Me sorprendió ver la voluminosa cantidad de escritos sobre Pessoa, traducciones, cuentos y recuerdos de mi padre", dice el geólogo Christopher Jennings, hijo del intelectual.

Maurício Meireles
Colunista da Folha de S.Paulo



Fernando Pessoa con su familia en la casa de Durban en Sudáfrica



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