13 abril 2016

LAS ACTRICES EN EL TEATRO DE SHAKESPEARE


VIDAS SECRETAS DE LAS MUJERES QUE ROMPIERON LOS TABÚS PARA REPRESENTAR A SHAKESPEARE  
En Inglaterra las mujeres en escena fueron una rareza en el teatro de la Restauración. 
Pero como nos muestra la nueva exposición de la British Library, Shakespeare in Ten Acts, las primeras actrices de El Bardo de Avon fueron valientes pioneras. 


Los grandes actores del teatro isabelino y georgiano, como Will Kempe, Richard Burbage y David Garrick, pueden no ser muy conocidos hoy en día, pero su reputación vivirá en el teatro. ¿Sin embargo, qué pasa con las actrices que aparecieron con ellos en las mismas compañías? Sus nombres, así como su fama, en su mayoría han sido olvidados. 


Hasta 1660 los papeles femeninos del teatro de Shakespeare fueron interpretados por niños o jóvenes. 

Pero una nueva investigación de la Biblioteca Británica ha descubierto detalles de las carreras de las pocas mujeres pioneras que comenzaron a representar los grandes personajes femeninos de Shakespeare a pesar de los prejuicios de su tiempo. 


Consideradas como prostitutas o, en el mejor de los casos, como excitantes excepciones, estas seis o siete actrices prominentes tuvieron que ganarse su lugar dentro de las compañías que anteriormente eran exclusivamente masculinas. 

También tuvieron que hacer frente a ricos aficionados al teatro que llegaban a pagar un poco más cada noche para poder verlas vestirse. 


Este mes la biblioteca londinense muestra en exhibición su copia de un curioso prólogo, escrito para advertir al público que una verdadera actriz aparecería esa noche como Desdémona en Otelo

Compuesto por el actor y poeta Thomas Jordan en el invierno de 1660, el prólogo promete que la actriz está "tan lejos de ser lo que se llama una puta, como Desdémona ofendida por el moro". 

Sus palabras inicialmente dirigidas a una audiencia en el Vere Street Theatre, en el Lincoln's Inn, se unen a otros documentos raros como una parte clave de una nueva exposición, Shakespeare en diez actos, para conmemorar el 400 aniversario de la muerte de Shakespeare. 

El prólogo de Jordan subraya rápidamente la potencia sexual del momento histórico, al tiempo que parece quitarle importancia: 

"Vengo sin que lo sepa nadie 
para contaros una noticia: vi a la dama vestirse.
Una mujer representa hoy en día, no me confundo.
Ningún hombre con vestido, o joven en enaguas.
Una mujer que yo sepa, sin embargo, yo no podría,
(si tuviera que morir) hacer una declaración jurada."

La exposición de la Biblioteca Británica también incluirá una copia original de 1662 de la proclama real que concedía licencia a las mujeres para aparecer de nuevo en el escenario profesional. 
Todo el teatro había sido prohibido por una ordenanza puritana de 1647, pero en 1660 les fueron concedidas licencias a dos compañías escénicas, una dirigida por William Davenant y otra por Thomas Killigrew. 

 La actriz Molly Davis  por  Mary Deale

Dos años más tarde, Carlos II, un gran admirador del teatro y de las actrices, decretó "que todas los papeles femeninos que fueran representados en cualquiera de estas dos compañías en el futuro podrían ser interpretados por mujeres".
Fue la compañía de Killigrew la que llevó a cabo una producción de Otelo, el moro de Venecia  ese invierno.

La conservadora principal de la exposición, Zoë Wilcox, cree conocer ahora quien hizo entonces el principal papel femenino, aunque una nota posterior anotada en el margen sugiere que podría haber sido una Mrs Morris. 
"Hay muy poca evidencia escrita, pero creemos que en realidad era una mujer llamada Ann Marshall. Que es la que mejor se ajusta a las fechas ", dijo Wilcox.

La actriz Ann Marshall, también conocida como Mrs Ann Quin, fue una celebridad del teatro de la Restauración, al igual que su hermana menor, Rebecca.

Durante un tiempo se pensó que Margaret Hughes hizo la primera Desdémona interpretada por una mujer.
Margaret Hughes,  conocida como Peg, llegaría a ser parte de la compañía del Teatro Real de Drury Lane y a disfrutar de una exitosa carrera en la escena, junto con las atenciones del príncipe Rupert, un primo de Carlos II.


Margaret (Peg) Hughes, actriz de la Restauración  

por Sir Peter Lely 1672 


Otras actrices destacadas de principios de la época fueron Ann Barry y Mary Saunderson también conocida como Mrs Betterton, la primera mujer en representar a Julieta en Romeo y Julieta y a Lady Macbeth.

Las nuevas actrices de shakesperianas provocaron fuertes reacciones. 
El 3 de enero 1661, Samuel Pepys escribió en su célebre Diario al ver la Compañía del Rey de Killigrew representar la obra The Beggars’ Bush: "La primera vez que he visto mujeres sobre el escenario." 

Diario de Samuel Pepys

Durante algunos años, sin embargo, estas actrices fueron vistas como una diversión para voyeristas aficionados al teatro.
La nueva exposición Shakespeare in Ten Acts nos presenta las páginas de una revista llamada The Female Tatler, que lamenta la tendencia de que los hombres se sienten detrás del escenario en el teatro para ver a las actrices que se visten, en lugar de ver la obra.


El travestismo también causó un grado de emoción sexual entre los amantes del teatro y provocó una reación moralizante más amplia en la sociedad.
La pequeña delincuente Maria Frith alias Moll Cutpurse la famosa  protagonista de The London Roaring Girle que se vestía regularmente como un hombre, fue el tema de esta obra de teatro popular, apareció en persona en una pequeña representación para promover el espectáculo y fue detenida más tarde por indecencia .


Del mismo modo, Edward Kynaston, un actor que había seguido desempeñando papeles femeninos, tuvo un gran número de seguidores entre hombres y mujeres. 
"Sus admiradoras ricas solían sacarle en sus paseos públicos en carruajes por el parque vestido con sus trajes de protagonistas femeninos Shakesperianos", según comenta la experta Zoë Wilcox.


Maxine Peake y Dame Harriet Walter, actrices contemporáneas que han representado papeles masculinos de Shakespeare en producciones recientes, aparecen en entrevistas en vídeo en la exposición londinense sobre las actrices en Shakespeare.
Ambas destacan la fluidez de los géneros que siempre se ha celebrado en las obras de Shakespeare.


"Obviamente, yo estaba al tanto de la historia de actrices que representaron Hamlet  como Ellen Terry o Sarah Bernhardt," dijo Walter, que representó a Bruto en Julio César en una producción totalmente femenina en el Donmar Warehouse de Londres.

"Pero había muchas más... había muchas más actrices desempeñando roles masculinos en la historia de las que somos conscientes. 
Así que de nuevo se plantea una pregunta: ¿por qué no se ha escrito más acerca de ellas?"


Los datos para esta entrada han sido tomados de una información de Vanessa Thorpe para The Guardian y The Observer.









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