02 julio 2013

EURÍPIDES, MEDEA



Medea por Anthony Frederick Augustus Sandys

MEDEA

Medea es el título de una tragedia de Eurípides. 
Se representó en el primer año de la Olimpiada 87, es decir 431 a.C.

La tragedia trata la conocida historia de Jasón tras las aventuras que lo llevaron a conquistar el vellocino de oro, trabajo impuesto por su tío Pelias. 
Jasón, tras el trabajo, se casó con Medea y tuvo un hijo en Yolco.

El padre de Jasón, Esón, había sido asesinado a manos de Pelias, para hacerse con el poder en Yolco. 
A la muerte de Pelias, Jasón ha de abandonar Yolco y huir con Medea y su hijo Mermero. 
Medea Anselm Feuerbach

En la muerte de Pelias estaba implicada Medea, quien engañó a las propias hijas de aquél para que lo mataran. Por este motivo han de huir de Yolco y pasan por Corinto. Allí reina Creonte y es dónde transcurre la obra.



ARGUMENTO DE MEDEA

Jasón, esposo de Medea, se promete en matrimonio a Glauce, hija del rey Creonte de Corinto, ante el espanto de Medea, que ve su lecho deshonrado.
Creonte, que había planeado el matrimonio, ante el temor de que Medea, sabia y hábil, se vengue, ordena su destierro inmediato.
Pero Medea, fingiéndose sumisa, pide un solo día de plazo para salir al destierro. Ese plazo lo aprovecha para realizar unos presentes a Glauce: una corona de oro y un peplo que causan la muerte por el simple contacto.
Glauce muere de forma horrible: No se distinguía la expresión de sus ojos ni su bello rostro, la sangre caía desde lo alto de su cabeza confundida con el fuego, y las carnes se desprendían de sus huesos, como lágrimas de pino, bajo los invisibles dientes del veneno.


Medea por Nancy Klangmann


Tras perpetrar ese horrible asesinato, Medea se siente obligada a matar a sus propios hijos, para evitar que otras manos más crueles les quiten la vida para vengar la muerte de Glauce.

Termina la obra con Medea subida en el carro de Helios, con quien ya tenía pactada su huida a Atenas, para evitar las iras de la familia de Creonte y de su propio marido Jasón.
Medea y Jasón por Carle Van Loo


Desde el carro de Helios, Medea increpa a Jasón:¡Oh niños, cómo habéis perecido por la locura de vuestro padre!.
Jasón replica: pero no los destruyó mi mano derecha.
Medea responde: No, sino tu ultraje y tu reciente boda.

Medea por Giovanni Benedetto Castiglione


TEMAS DE MEDEA


Eurípides trata el motivo del extranjero y de la visión del otro. El principal rol de Medea es el de la crítica a la sociedad ateniense.
La Medea que Eurípides presenta en su obra es una mujer fuerte con una necesidad de hacer oír su voz. 

Es una mujer que defiende su derecho a ser tomada en cuenta, respetada y sobre todo ella defiende el derecho a la visibilidad.
Eurípides crea una tragedia de gran fuerza psicológica en la que convierte a Medea en asesina de sus hijos para vengarse de la infidelidad de Jasón. 

Ella que ha engañado y matado por seguirlo, contra la voluntad de su padre, no puede aceptar la boda de Jasón con la hija del rey de Corinto. 
Mediante un ardid, propio de una maga, mata a la joven desposada con el regalo de un vestido embrujado, privando a Jasón de su amor. 
Finalmente Medea es arrebatada, y liberada de las iras de los corintios en el carro del Sol, un antepasado suyo. 
En esta obra muestra el autor las fuerzas antagónicas del alma humana : Medea lucha entre su deseo de venganza y el amor por sus hijos. 

Es la heroina contrapuesta a las de Sófocles y Esquilo, pues es una mujer llevada por sus pasiones, extranjera y maga, lo cual escandalizó a sus conciudadanos. 
En Medea hay una terrible lucha interna entre el poder y el amor.


TEXTO SOBRE LAS MUJERES EN MEDEA

Eurípides exalta los valores de las mujeres y defiende la condición femenina. 
Medea describe en la obra esta condición:

Medea por Feuerbach


Escucha el monólogo de la extranjera Medea a las mujeres corintias:




¡Oh, mujeres corintias! Salgo de casa porque
reproches no me hagáis; pues, mientras sé que muchos
hombres, tanto en privado como en el trato externo,
orgullosos realmente se vuelven, a otros hace
pasar por indolentes su tranquilo vivir.
Que no son siempre justos los ojos de la gente
y hay quien, no conociendo bien la entraña del prójimo,
le contempla con odio sin que haya habido ofensa.
Y, si debe el de fuera cumplir con la ciudad,
no alabo al ciudadano que amargo y altanero
con los demás se muestra por su falla de tacto.
Pero a mí este suceso que inesperado vino
me ha destrozado el ánimo; perdida estoy, no tengo
ya a la vida afición; quiero morir, amigas.
Porque mi esposo, el que era todo para mí, como
sabe él muy bien, resulta ser el peor de los hombres.
De todas las criaturas que tienen mente y alma
no hay especie más mísera que la de las mujeres.
Primero han de acopiar dinero con que compren
un marido que en amo se torne de sus cuerpos,
lo cual es ya la cosa más dolorosa que hay.
Y en ello es capital el hecho de que sea
buena o mala la compra, porque honroso el divorcio
no es para las mujeres ni el rehuir al cónyuge.
Llega una, pues, a nuevas leyes y usos y debe
trocarse en adivina, pues nada de soltera
aprendió sobre cómo con su esposo portarse.
Si, tras tantos esfuerzos, se aviene el hombre y no
protesta contra el yugo, vida envidiable es ésta;
pero, si tal no ocurre, morirse vale más.
El varón, si se aburre de estar con la familia,
en la calle al hastío de su humor pone fin;
nosotras nadie más a quien mirar tenemos.
Y dicen que vivimos en casa una existencia
segura mientras ellos con la lanza combaten,
mas sin razón: tres veces formar con el escudo
preferiría yo antes que parir una sola.
Pero el mismo lenguaje no me cuadra que a ti:
tienes esta ciudad, la casa de tus padres,
los goces de la vida, trato con los amigos,
y en cambio yo el ultraje padezco de mi esposo,
que de mi tierra bárbara me raptó, abandonada,
sin patria, madre, hermanos, parientes en los cuales
pudiera echar el ancla frente a tal infortunio.
Mas, en fin, yo quisiera de ti obtener sólo esto,
que, si un medio o manera yo encuentro de vengar
el mal que mi marido me ha hecho, callada sepas
estar. Pues la mujer es medrosa y no puede
aprestarse a la lucha ni contemplar las armas,
pero, cuando la ofenden en lo que toca al lecho,
nada hay en todo el mundo más sanguinario que ella.



LECTURA DE MEDEA

Si te apetece leer Medea de Eurípides aquí tienes un enlace:

PERSONAJES DE  LA MEDEA DE EURÍPIDES

  • nodriza
  • pedagogo
  • Medea
  • Creonte
  • Hijos de Medea
  • Jasón
  • Coro de mujeres
  • Egeo
  • mensajero 




MEDEA EN  LA ÓPERA

Hay muchas óperas con el nombre de Medea entre ellas destaca la Medée de Luigi Cherubini de 1797.





La trágica historia de Medea sigue resultando fascinante en nuestros días y compositores actuales como Mikis Theodorakis siguen inspirándose en ella.



MEDEA EN EL CINE


Medea es una película italiana dirigida por Pier Paolo Pasolini, basada en la tragedia griega Medea de Eurípides. Fue rodada en Turquía y en Siria.



María Callas como Medea




Fue la única incursión en el cine de la gran diva de la ópera María Callas, que en 1969 se hallaba retirada del mundo lírico. 

Pasolini la escogió porque la Callas había sido la más célebre Medea en la ópera del mismo nombre escrita en el siglo XVIII por Luigi Cherubini.







MEDEA EN LAS ARTES


Jasón y Medea encantando al dragón del Vellocino de oro por Crosato



Jasón y Medea por Waterhouse



Jasón jurando eterno amor a Medea por Jean-François Detroy




Jasón y Medea por Moreau


Medea por Delacroix


Medea ofrece la copa envenenada a Teseo y a Egeo  por Rusel Flint 

Medea por Bernard Safran


Jasón y Medea por Edmund Dulac




Medea y Jasón por Girolamo Macchietti.

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