Juan de Grimaldi o Jean Marie Grimaldi, nacido en Aviñón en 1796, es un empresario teatral, periodista y autor de la famosísima comedia de magia Todo lo vence el amor o La pata de Cabra.
Grimaldi llega de Francia en 1823 con los Cien Mil Hijos de San Luis, las tropas del duque de Angulema que entraron en España para restaurar a Fernando VII y el absolutismo.
Desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María, Cádiz, 1823.
José Aparicio Inglada
Se asienta en Madrid y, gracias a su gran talento político y empresarial, a los pocos meses consigue ser el empresario del Teatro del Príncipe y del Teatro de la Cruz.
Dos años después se casó con la actriz Concepción Rodríguez que era primera dama de esos teatros y estaba considerada como una de las mejores representantes del teatro romántico de su tiempo.
Grimaldi fue el autor del drama más popular de la primera mitad del siglo XIX en España La pata de cabra.
También escribió para la prensa de la época artículos de tema político o social.
Poseedor de grandes habilidades sociales, fue el creador de los bailes de máscaras más concurridos y elegantes de la temporada de 1836.
Baile de máscaras en el teatro del Príncipe de Madrid
por Luis Paret. 1767
Grimaldi tuvo gran importancia en el desarrollo del teatro romántico en España.
Trabajó con los actores y escritores de su época con los que tenía gran amistad para mejorar el arte declamatorio y enriquecer el repertorio de dramas.
Ventura de la Vega leyendo una obra a los actores y actrices en el teatro del Príncipe
por Esquivel
Hizo mejoras en la escenografía, en la iluminación y decoración de escena y en el uso de las tramoyas y la maquinaria.
En sus teatros representó nuevas obras de teatro romántico y como generoso mecenas apoyó a escritores noveles.
Hizo amistad con los jóvenes escritores y poetas de la generación romántica.
Estrenó, entre otras muchas obras, La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa, Macías de Larra, El trovador de García Gutiérrez y Don Álvaro o la fuerza del sino del Duque de Rivas en la que su esposa cosechó gran éxito en el papel de doña Leonor.
Además, favoreció la llegada de obras francesas a nuestro teatro.
Grimaldi fue habitual de El Parnasillo, la tertulia del Café del Príncipe.
También acudían a esta tertulia numerosos actores y jóvenes literatos intentando vender sus creaciones.
Entre los asistentes estaban escritores como Espronceda, Ventura de la Vega, Larra, Enrique Gil y Carrasco Mesonero Romanos, Hartzenbusch y Zorrilla.
Estuvo involucrado en política, se manifestó siempre en favor del liberalismo moderado.
Partidario de la reina regente doña Cristina, Grimaldi llegó a tener gran influencia sobre la situación política y social de España.
Jura de la Constitucion por la reina regente doña María Cristina
por Jover y Casanova y Sorolla
En 1836, Juan de Grimaldi dejó España con su esposa que se retiró de los escenarios para acompañarlo a París, ya que había sido nombrado cónsul en la capital francesa.
A pesar de su regreso definitivo a Francia mantuvo el contacto con sus amigos en España mientras siguió con su carrera política y empresarial en su país.
TODO LO VENCE EL AMOR O LA PATA DE CABRA
La divertidísima comedia Todo lo vence el amor o La pata de cabra fue la más representada de la primera mitad del siglo XIX.
Fue escrita y estrenada por Juan de Grimaldi en 1829 y pertenece al género de las comedias de magia.
Se inspira en una obra francesa de 1806, Le pied du mouton, de Martainville y Ribié que Grimaldi refunde y mejora, adaptándola a los gustos españoles.
El propio autor la presenta como un melo-mimo-drama mitológico-burlesco de magia y de grande espectáculo.
La obra contaba con 35 grandes ilusiones de magia que luego se ampliarían a alguna más.
El argumento de La pata de cabra está lleno de giros espectáculares y sucesos maravillosos.
La obra se inicia con don Juan, el protagonista a punto de suicidarse por mal de amores.
Pero el arma sale volando mágicamente y se dispara en el aire.
De repente, de dentro de un árbol aparece Cupido entre fuegos, truenos y relámpagos y se presentan unos genios que, tras un conjuro, entregarán al frustrado galán una pata de cabra como talismán que lo ayudará a conseguir el amor de Leonor.
A partir de ahí la obra se desarrolla vertiginosamente, llena de sucesos inesperados, apariciones y desapariciones, globos voladores, aguas que se tiñen de sangre y nubes que arrebatan a los protagonistas.
Los espectadores contemplan en escena la fragua de Vulcano, un viaje a la Luna e incluso un barco lleno de querubines que se transforma en un monstruo marino que escupe fuego.
Teatro acuático de Sadler's Wells en Londres 1810
En la obra se intercalan música y bailes, coros, canciones, coplas, dúos y jotas aragonesas.
Durante toda la obra la música contribuye a la comicidad del espectáculo se puede ver en escena a las tres Gracias bailar con Cíclopes o músicos salidos de la tierra que se transformarán en dueñas.
A su vez, las decoraciones eran espectaculares, ya que exigía once escenarios diferentes y doce cambios de escena, algunos tan poco habituales como los picos nevados de los Pirineos, un castillo del siglo XII o el palacio de Cupido.
Todo ello para llegar a un final feliz donde, tras tantas aventuras, portentos y sobresaltos, los enamorados se reúnen y triunfa el amor entre los aplausos del público entregado.
La pata de cabra se estrenó en el Teatro del Príncipe como se indica el El Diario de avisos de Madrid de la época:
"En el Príncipe a las seis y media de la noche: Todo lo vence amor o la pata de cabra, melo-mimo-drama mitológico burlesco, de magia y de grande espectáculo, nuevo, en tres actos; escrito, dirigido, y ensayado por D. Juan de Grimaldi.
Las decoraciones son obra de D. Juan Blanchard, pintor que ha sido de los reales teatros de París, y en la actualidad de los de esta corte. La maquinaria ha sido ejecutada por D. Ruperto Sánchez, y los bailes dirigidos por el Sr. Juan Bautista Cozzer."
Diario de Avisos. 18 de febrero de 1829
LA CRÍTICA Y LA PATA DE CABRA
Aunque la crítica consideró a las comedias de magia como infraliteratura, este subgénero gozó del favor popular desde sus inicios en el siglo XVIII.
De hecho es la obra teatral más representada en la primera mitad del siglo XIX.
No obstante los críticos siempre reconocieron el valor de La pata de cabra como obra de entretenimiento y diversión.
Según afirmaba Zorilla La pata de cabra "distrajo de la política al público de Madrid por algunos meses".._1-7-1829,_n.%C2%BA_152.jpg)
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En el diario El Correo del día 2 de septiembre de 1831 se comentaba que:
"Cuando se anuncia La Pata de Cabra, el más rudo de los espectadores sabe muy bien que no va a ver una obra clásica de literatura, que no va a ver una comedia, si Vmd. quiere; va a divertirse y a reir poderosamente por espacio de tres horas; asiste a una función teatral que halaga sus sentidos, prescindiendo por aquella noche de teorías y clasificaciones."
La popularidad de la obra hizo que se imprimieran de ella canciones, coplas, pliegos y aleluyas:
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FUENTES UTILIZADAS
Para la realización de esta entrada se han utilizado, entre otras, las siguientes fuentes:
Teatro de Magia. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.Cervantesvirtual.com
T. Gies, David. El poder de la palabra: Juan de Grimaldi y el periodismo político en el siglo XIX University of Virginia, Charlottesville. Actas IX. AIH. Caro Baroja, Julio. Teatro popular y magia. Madrid: Revista de Occidente, 1974.
Doménech Rico, Fernando. La comedia de magia.
Coplas y aleluyas de La pata de cabra. Almanaque, pliegos de cordel, tradición oral, romancero. adarve5blogspot.com
Esquivel y Suárez de Urbina, Antonio María. Ventura de la Vega leyendo una obra en el Teatro del Príncipe. 1846. Óleo sobre lienzo, 147x209,5 cm. Museo del Prado. Depósito en otra instituciónAparicio Inglada, José. Desembarco de Fernando VII en el Puerto de Santa María, Cádiz, 1823. Óleo. Madrid. Congreso de los Diputados.
Iurgi. Mi museo de magia. La pata de cabra. regalatemagia.com 14/05/25VVAA. Juan de Grimaldi. Álbum original de Retratos Históricos de Doña María Cristina de Borbón. Gouache sobre papel agarbanzado. 34x26 cm. Madrid, Museo del Romanticismo.
Jover y Casanova, Francisco y Sorolla, Joaquín. Jura de la Constitucion por S.M. la Reina Regente doña María Cristina. 1897. Óleo sobre tela. 350x550 cm. Palacio del Senado de España. Madrid.
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