Rubén Darío nacido 1867 en Metapa, Nicaragua, es un poeta, periodista y diplomático nicaragüense que está considerado como el máximo representante del Modernismo literario.
A los veintiún años publica Azul, un libro de poemas considerado como el inicio del Modernismo en lengua española.
En 1896 el periódico argentino La Nación le envía como corresponsal a España donde despierta la admiración de un grupo de jóvenes poetas defensores del Modernismo como Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán y Jacinto Benavente.
En 1903 es nombrado cónsul de Nicaragua en París donde había conocido a un joven poeta español, Antonio Machado, gran admirador de su obra.
En 1905 regresa a España como miembro de una comisión nombrada por el gobierno nicaragüense y ese año publica otro de los libros capitales de su obra poética: Cantos de vida y esperanza, los cisnes y otros poemas.
Al estallar la Primera Guerra Mundial Rubén Darío regresa a América y fallece en 1916 en León, Nicaragua.
El texto que leemos a continuación titulado Los tres reyes magos es el poema número IV de Cantos de vida y esperanza.
LOS TRES REYES MAGOS
-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!
-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!
-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!
-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!
-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!
-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida!
Rubén Darío
FUENTES UTILIZADAS
Para la realización de esta entrada se han utilizado, entre otras, las siguientes fuentes: Azul...Cantos de vida y esperanza, ed. de José María Martínez, Madrid, Cátedra, 1995, p. 350.
instituto Nicaragüense de Cultura: https://www.inc.gob.ni/bibliotecas-y-archivos/iconografia-ruben-dario/
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