Tom Gauld nació en 1976 en Aberdeenshire, Escocia, y estudió Ilustración en el Edinburgh College of Art y el Royal College of Art.
En la actualidad vive en Londres, donde trabaja como ilustrador y caricaturista.
Gauld lleva publicando su trabajo desde 2001 y ha recorrido un largo camino hasta verlo en medios como The New Yorker, donde colabora como ilustrador.
Tom Gauld publica en el prestigioso diario británico The Guardian una viñeta semanal desde hace años.
Su obra aparece también en The New York Times, The Believer y Granta.
Recientemente ha empezado a colaborar con la revista New Scientist Magazine.
Entre sus influencias están los los primeros tebeos que leyó: Asterix, Tintín, 2000 AD y Juez Dredd y posteriormente el cómic americano.
LIBROS PUBLICADOS:
Ton Gauld suele combinar su trabajo en tiras para la prensa con libros en forma de novelas gráficas.
Con pocos libros, Tom Gauld se ha consagrado como uno de los artistas de cómic más interesantes y admirados del panorama internacional.
Sus ilustraciones de gran sencillez y expresividad mezclan referencias culturales de la literatura, los videojuegos, la ciencia y la vida cotidiana.
Con pocos libros, Tom Gauld se ha consagrado como uno de los artistas de cómic más interesantes y admirados del panorama internacional.
Sus ilustraciones de gran sencillez y expresividad mezclan referencias culturales de la literatura, los videojuegos, la ciencia y la vida cotidiana.
Su primera novela gráfica, Goliath (2012), que narra la historia bíblica desde el punto de vista del gigante, fue recibida elogiosamente por la crítica, obtuvo un notable éxito entre los lectores y se tradujo a nueve idiomas.
Todo el mundo tiene envidia de mi mochila voladora es una selección de las tiras cómicas de Tom Gauld, que durante los últimos años han divertido a los lectores de The Guardian.
Con una mirada irónica, un trazo simple heredero de los primitivos videojuegos y un gusto por las mezclas extravagantes y absurdas Tom Gauld dibuja un mundo en el que los amantes de los libros y las nuevas tecnologías se sienten como en casa.
Con el reconocible estilo de su autor, sobrio pero de gran expresividad, Un policía en la luna combina inteligencia, humor y melancolía, plasmando algunas verdades esenciales sobre los anhelos y desengaños inherentes al ser humano.
La colonia lunar ha conocido tiempos mejores, como uno de esos pueblos en los que ha dejado de pasar la carretera principal y su población se reduce día tras día.
El libro está basado en un antiguo juguete de latón de los años 70 que vio en Internet, el Outer Space Patrol.
Un policía se queda solo en nuestro satélite, la colonia lunar está siendo abandonada.
El libro está basado en un antiguo juguete de latón de los años 70 que vio en Internet, el Outer Space Patrol.
Un policía se queda solo en nuestro satélite, la colonia lunar está siendo abandonada.
Las rondas de nuestro héroe, el policía lunar, son cada vez más cortas, y los casos por resolver, menos emocionantes: una chica que huye de casa, una anciana que pierde su perro, un autómata que se escapa del Museo de la Luna...
Todavía no está publicada en España su obra dedicada a Franz Kafka titulada Baking with Kafka.
TOM GAULD Y EL SILENCIO
Tom Gauld en sus obras mezcla diferentes temas:
La literatura, la ciencia, la religión, la ciencia ficción, la soledad, la nostalgia, la decadencia, el absurdo, el paso del tiempo.
El silencio tiene gran importancia en sus obras y muchas de sus viñetas aparecen sin palabras, como una manera de pautar un ritmo más pausado y reflexivo a la lectura.
TOM GAULD Y EL SILENCIO
Tom Gauld en sus obras mezcla diferentes temas:
La literatura, la ciencia, la religión, la ciencia ficción, la soledad, la nostalgia, la decadencia, el absurdo, el paso del tiempo.
El silencio tiene gran importancia en sus obras y muchas de sus viñetas aparecen sin palabras, como una manera de pautar un ritmo más pausado y reflexivo a la lectura.
Estos son algunos de los comentarios de Tom Gauld sobre su obra para el periódico El Confidencial.
“Encuentro muy atractiva la estética 8-bit. Me gusta la simplicidad y los videojuegos de la primera época de los ordenadores personales y videoconsolas tendían a ser simples porque la tecnología no permitía hacer cosas más complicadas. Perdí el interés cuando todo empezó a ser demasiado hiperrealista y en 3D, pero últimamente los juegos sencillos para móviles o cosas como Minecraft me han mantenido más inspirado.”
“Encuentro muy atractiva la estética 8-bit. Me gusta la simplicidad y los videojuegos de la primera época de los ordenadores personales y videoconsolas tendían a ser simples porque la tecnología no permitía hacer cosas más complicadas. Perdí el interés cuando todo empezó a ser demasiado hiperrealista y en 3D, pero últimamente los juegos sencillos para móviles o cosas como Minecraft me han mantenido más inspirado.”
“Me gusta usar referencias a los videojuegos porque resultan inesperadas, y aportan color si las colocamos en un discusión sobre las hermanas Brontë o Tolstói. Técnicamente no estoy especialmente interesado en la perspectiva o la profundidad en mis dibujos, lo que da a las viñetas, incluso a las que no tratan sobre videojuegos, ese aire de un viejo plataformas”.
La información para esta entrada está tomada del periódico El Confidencial y de Ediciones Salamandra.
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